23 de marzo de 2011

Explosión

- ¡Apúrense! ¡Mi estómago está por explotar! - una voz gritó al otro lado, apenas se conectó la llamada; la operadora no pudo siquiera dar su nombre.
- Voy a necesitar que se tranquilice, señor. ¿Podría por favor
- Pero es que no entiende - interrumpió un nuevo grito - ¡está a punto de explotar!
- Por favor, señor. Para poder ayudarlo, necesito que se calme y me informe de lo sucedido; ¿ingirió usted algo?
- No hay tiempo para eso, ¡envíen inmediatamente a un experto!
- Ya informamos a los paramédicos, y van en camino a su casa, pero
- ¿Paramédicos? ¿Y para qué demonios quiero yo a un grupo de paramédicos en mi casa? ¿Es que está usted sorda? Necesito que venga un experto, mi estómago va a explotar.
- Señor, si me dice qué comió, tal vez pueda
- ¡Oh por dios! ¿Qué tengo que hacer para convencerla? Pareciera que quiere que me quede aquí esperando para morir.
- No, señor, discúlpeme, estoy solamente tratando de ayudar. ¿Me puede explicar cuál es el problema?
- Mi estómago va a explotar. Muy pronto.
- Pero señor, ¿qué lo hace decir eso? ¿siente algún dolor?
- Simplemente lo sé, y no queda mucho tiempo.
- Tranquilo, intente ahora respirar

Un agudo ruido interrumpió la conversación de golpe. La llamada se cortó inmediatamente después.
La operadora Lobato tomó la siguiente llamada.

No hay comentarios.: